Abundancia vs Escasez

En la vida no se puede ser tibio.

Ser tibio es estar en el medio.

Debes ser como un río que fluye sin parar y que en su andar se adapta a todo los terrenos y regula su energía. A veces es suave, a veces fuerte, a veces calmo a veces furioso.

Si tu energía no fluye, no quemas ni congelas, tu energía es indiferente y no afecta a lo que te rodea.

Para que las cosas sucedan tu energía debe fluir.

Existen dos principios esenciales para que empieces a estar en contacto y armonía con la abundancia. A continuación te los presento.


Primer principio de la abundancia: Somos parte de un todo.

El primer principio de la abundancia es reconocer que somos parte de un todo llamado existencia.

La existencia no deja nada al descuido, cada parte recibe lo que necesita colmando e incluso desbordando las necesidades de cada parte.

No aceptar consciente o inconscientemente este principio de alguna manera te estas aislando del todo y el todo no puede colmarte.

Cuando esto sucede en tu vida esta predominando el principio de la escasez, es decir siempre te falta por más esfuerzo que hagas o lo poco que consigues, lo consigues pagando un precio muy alto con tu salud, tu felicidad, tu libertad y tu alegría.


Segundo principio de la abundancia: Eres digno de vivir en abundancia.

Como parte de un todo tu eres merecedor de recibir las bendiciones de ese todo. Es tu derecho natural y dignificas a la vida cuando te empoderas de este principio.


Si no fuera así no existirías. Si existes es porque eres importante para la vida y si eres importante para ella, esta cuidará de ti como el amor de una madre a su hijo.

Lamentablemente la herencia social, cultural, familiar, religiosa, política que heredamos nos educó en una mentalidad de escasez.

Básicamente nos enseñan que la abundancia hay que merecerla, hay que ganarla, cuando en la verdad de la existencia es tu derecho natural.

No nos enseñaron que merecemos una vida de abundancia.
En cierta manera nos quitaron nuestra propia dignidad y sin pretenderlo nos condenaron a vivir una vida donde todo lo que nos produce placer, gozo, dicha, alegría, no es para nosotros.

Todo lo bueno de esta vida no está a nuestro alcance, de esta manera nos han lisiado en el camino de la vida, de la vida en abundancia.

Después de entender que eres parte de un todo y tienes, como parte, el derecho natural y existencial de recibir las bendiciones de la existencia, lo segundo es aceptarte a ti mismo y considerarte digno de vivir una vida como a ti te gusta.


Digno de hacer uso de todas las bendiciones con las que la vida te está colmando permanentemente.




REFLECCIONES:

Si la uña de tu dedo meñique de tu pie, quizás sea lo más insignificante de tu cuerpo. Seguramente nunca le prestaste atención. Pero que pasa si se te encarna (quizás alguna vez te paso), de seguro te dificultaría hacer muchas actividades. Toda tu atención y toda tu interés ahora estará en curar tu uña, es decir que TODO tu ser quiere el bienestar de una parte.

Tu eres una parte del TODO. Medita en ello.

¿Qué significa ser tú mismo? ¿Acaso no lo eres? ¡Puedes sentirte bien contigo mismo en cada momento y con cualquier persona?



TRABAJO:

Comienza a empoderarte de la idea de que tú eres merecedor de lo mejor de la vida. De que tienes el derecho natural de vivir como te gusta a ti.



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