Empieza a ser feliz
El siglo XX fue un siglo donde existieron mentes geniales que descubrieron y concluyeron claves esenciales para el ser humano y la vida que son indiscutibles.
Por ejemplo el psicoanálisis creado por Sigmund Freud y continuado por sus principales discípulos como Gustav Jung, definieron algo que el sentido común de cualquier persona podría concluir pero que sin embargo no le damos la importancia y trascendencia que tiene: La actitud ante la vida no es la misma si eres feliz que si no lo eres.
Para poner un ejemplo: Supongamos que estás enamorado, te sientes pleno y sientes que la vida te sonríe, paralelamente tienes un negocio y entra un proveedor con un nuevo producto. Seguramente le atenderás cortésmente e incluso terminaras comprándole, y no solamente por las características del producto, sino, por la simple razón de que de alguna forma quieres compartir tu felicidad y una forma de hacerlo es alegrando ese momento del proveedor con una compra, sabiendo que esto será para el un motivo de alegría.
Lo mismo pasa a la inversa, si estas resentido, con ira u odios. En la misma situación anterior, lo más probable es que no compres o regatees para sacarle alguna ventaja unilateral a tu visitante.
Podes hacer memoria y seguramente encontrarás ambos ejemplo en tu vida.
Freud también concluyó que todos los traumas, psicosis, paranoias y perversiones derivan de la represión sexual y de la falta de amor.
Vivimos en sociedades donde estamos constantemente exigidos a lograr resultados y objetivos permanentemente y no lograrlos es motivo de muchas frustraciones.
Vivimos en sociedades donde los valores humanos prioritarios son ser productivo, eficiente y competitivos, donde lo más importantes son los resultados sin importar los medios ni tu bienestar ni tu alegría.
Nos enseñan que la alegría, el placer, el disfrute, divertirte, priorizar lo que te gusta, disfrutar el momento sin ninguna presión, simplemente vivir como te gusta sin tener ningún motivo o razón, no son valores importantes, "esos" valores son para "después" siempre los estamos postergando.
Si observas a la naturaleza todos los seres se alimentan, tiene donde dormir cómodamente, sin tener que "ganárselo". No tiene angustias, paranoias, stress, depresiones, ni traumas. Excepto que convivan con la neurosis del ser humano.
Tienen sexo cuando su biología se los pide y no tiene que responder a exigencias sociales ni siquiera en su comuna. No arman guerras, ni tiene prejuicios de ninguna especie. Simplemente viven en armonía aceptando lo que es y cuidando su lugar y respetando el del otro.
Pareciera que toda la existencia, la vida y la naturaleza se muestra generosa con cualquier ser viviente excepto con el ser humano.
Empieza a observar lo natural. Todo es abundancia y hay para todos incluso más de lo que podemos necesitar o anhelar.
Por ejemplo el psicoanálisis creado por Sigmund Freud y continuado por sus principales discípulos como Gustav Jung, definieron algo que el sentido común de cualquier persona podría concluir pero que sin embargo no le damos la importancia y trascendencia que tiene: La actitud ante la vida no es la misma si eres feliz que si no lo eres.
Para poner un ejemplo: Supongamos que estás enamorado, te sientes pleno y sientes que la vida te sonríe, paralelamente tienes un negocio y entra un proveedor con un nuevo producto. Seguramente le atenderás cortésmente e incluso terminaras comprándole, y no solamente por las características del producto, sino, por la simple razón de que de alguna forma quieres compartir tu felicidad y una forma de hacerlo es alegrando ese momento del proveedor con una compra, sabiendo que esto será para el un motivo de alegría.
Lo mismo pasa a la inversa, si estas resentido, con ira u odios. En la misma situación anterior, lo más probable es que no compres o regatees para sacarle alguna ventaja unilateral a tu visitante.
Podes hacer memoria y seguramente encontrarás ambos ejemplo en tu vida.
Freud también concluyó que todos los traumas, psicosis, paranoias y perversiones derivan de la represión sexual y de la falta de amor.
Vivimos en sociedades donde estamos constantemente exigidos a lograr resultados y objetivos permanentemente y no lograrlos es motivo de muchas frustraciones.
Vivimos en sociedades donde los valores humanos prioritarios son ser productivo, eficiente y competitivos, donde lo más importantes son los resultados sin importar los medios ni tu bienestar ni tu alegría.
Nos enseñan que la alegría, el placer, el disfrute, divertirte, priorizar lo que te gusta, disfrutar el momento sin ninguna presión, simplemente vivir como te gusta sin tener ningún motivo o razón, no son valores importantes, "esos" valores son para "después" siempre los estamos postergando.
Si observas a la naturaleza todos los seres se alimentan, tiene donde dormir cómodamente, sin tener que "ganárselo". No tiene angustias, paranoias, stress, depresiones, ni traumas. Excepto que convivan con la neurosis del ser humano.
Tienen sexo cuando su biología se los pide y no tiene que responder a exigencias sociales ni siquiera en su comuna. No arman guerras, ni tiene prejuicios de ninguna especie. Simplemente viven en armonía aceptando lo que es y cuidando su lugar y respetando el del otro.
Pareciera que toda la existencia, la vida y la naturaleza se muestra generosa con cualquier ser viviente excepto con el ser humano.
Empieza a observar lo natural. Todo es abundancia y hay para todos incluso más de lo que podemos necesitar o anhelar.
Imagen de Rudy Anderson en Pixabay
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